Para obtener cogollos de calidad debemos seguir un proceso continuo, en el que se debe trabajar con sumo cuidado en todas las fases del proceso incluida la fase de secar la marihuana; muchos cultivadores amateurs creen que el proceso termina una vez se podan las plantas, secandolas de cualquier manera. Si el secado se realiza de cualquier manera y descuidando este proceso, puede arruinar la cosecha y viceversa; un secado realizado con el cuidado necesario aumenta la calidad de la marihuana.

Secado de marihuana

El objetivo fundamental del proceso de secado de marihuana, consiste en la eliminación de la humedad interna de la planta, para que el ácido tetrahidrocannabionico (TCHA) se convierta en el tan buscado tetrahidrocannabinol (THC) psicoactivo.

 

Es importante que el secado de marihuana se realice poco a poco, sin ninguna prisa, para que la clorofila se descomponga y la hierba no rasque al fumarla y obtengamos todos los matices que nos ofrece. El proceso dura unas dos o tres semanas, dependiendo de la humedad, ventilación, clima y de si se seca las ramas por separado o las plantas enteras.

Si ponemos las plantas en un lugar muy húmedo, con un nivel de humedad superior al 70%, es muy probable que aparezcan hongos y echemos a perder la cosecha entera. Por otra parte, si la humedad es excesivamente baja, aunque no llegará a estropearse del todo, el secado será demasiado rápido y su aroma y sabor será mucho peor que si se hubiera realizado en condiciones óptimas. Las condiciones óptimas del secado oscilan está entre los 18 y 24ºC, y la humedad entre el 45 y 55%.

Para lograr el ambiente perfecto durante el secado, podemos ayudarnos de ventiladores, extractores, deshumidificadores y termo higrómetros (medidor de humedad y temperatura), incluso un aparato de aire acondicionado que controle tanto la humedad como la temperatura de la estancia de secado. Pero tenemos que tener en cuenta que ni los aparatos de aire acondicionado ni los ventiladores deben colocarse directamente enfocado a las plantas porque no secarán uniformemente. En nuestro grow shop puedes comprar diferentes aparatos y productos para realizar el secado y curado de los cogollos perfecto.

La mejor manera de secar la marihuana.

El metodo más utilizado, es colocar las ramas colgadas y separadas de manera que reciban el aire por todos lados, en una habitación donde no entre la luz (muy importante) y jamás dejar las plantas al sol directo, ya que la luz destruye el THC, y estar bien ventiladas. Si no dispones de una habitación para realizar el proceso, en el mercado existen kits de secado que solventaran este problema.

A menos que sea imposible realizarlo de otro modo, nunca debemos secar la marihuana en el cuarto de cultivo si este está en marcha, no sólo porque las condiciones ambientales son distintas para el cultivo y para el secado, si no, porque las plagas y hongos pueden pasar de las plantas ya cortadas a las plantas vivas y fastidiarnos la futura cosecha.

Sabremos cuando está seca y lista para su consumo cuando al doblar una rama, esta se rompe emitiendo un crujido (crack) en lugar de doblarse, lo que hace cuando aun conserva un poco de humedad. El objetivo no es secar la marihuana del todo, lo ideal es que conserve un pequeño porcentaje de humedad, así mantendrá una textura esponjosa y no estará reseca ni quebradiza, además será más ricas en aromas y sabores obteniendo todos los matices de cada variedad que es lo que nos interesa.