Mito 1: Las pruebas de drogas son 100% precisas
Realidad: Aunque las pruebas de drogas, como los kits de prueba Eztest, son generalmente precisas y confiables, no son infalibles. La precisión de una prueba de drogas o de pureza puede verse afectada por varios factores, como la calidad del kit de prueba, la fecha de caducidad y el procedimiento de prueba. Sin embargo, al seguir las instrucciones adecuadas y utilizar kits de prueba de calidad, puedes obtener resultados bastante precisos.
Mito 2: Todas las pruebas de drogas son iguales
Realidad: Existen diferentes tipos de test de prueba de drogas, cada una con sus propias ventajas y limitaciones. Por ejemplo, algunas pruebas de drogas son más sensibles y específicas para ciertas sustancias que otras. Además, algunos kits de prueba, como Eztest, son diseñados específicamente para identificar en el 99% de los casos quimicos peligrosos y adulterantes, mientras que otros solo detectan la presencia en un 85% de los casos. Hay test para ver la pureza y otros que solo te dicen si es esa droga en particular o no.
Mito 3: Puedes engañar a una prueba de drogas fácilmente
Realidad: Aunque existen productos de corte que enmascaran otras sustancias y afirman que son capaces de «engañar» las pruebas de drogas caseras, no hay garantía de que funcionen. De hecho, muchos de estos nuevos químicos ya pueden ser detectados por las pruebas de EZtest y en algunos test de otras marcas. Siempre puede aparecer un nuevo compuesto que reaccione por ejemplo como si fuera MDMA sin serlo pero una buena marca de análisis de drogas actualizara su test en pocas semanas y lo detectará.
Mito 4: Las pruebas de drogas son indiscretas
Realidad: Algunas pruebas de drogas se hacen en laboratorio y hay que identificarse para hacerlas. Sin embargo, los kits de prueba de drogas como Eztest permiten analizar sustancias de manera discreta en casa o cualquier lugar, sin necesidad de proporcionar nuestros datos a nadie.
Mito 5: Las pruebas de calidad de drogas solo detectan químicos ilegales
Realidad: Las pruebas de drogas pueden detectar una amplia variedad de sustancias, incluyendo químicos ilegales, legales como medicamentos recetados y sustancias adulterantes. Por ejemplo, Eztest es capaz de identificar drogas peligrosas y adulterantes en una muestra, lo que puede ayudarte a tomar la decisión de no usar esa sustancia y proteger tu salud y seguridad.
Mito 6: Las pruebas de drogas son innecesarias si confías en tu proveedor
Realidad: Aunque confíes en tu proveedor «camello», no hay garantía de que las sustancias que te proporcionen estén libres de adulterantes o sustancias peligrosas. La única forma de estar seguro de lo que estás consumiendo es realizando una prueba de drogas, como las ofrecidas por Eztest.
Mito 7: Las pruebas de drogas son caras y difíciles de obtener
Realidad: Muchos kits de prueba de drogas, incluidos los de Eztest, son asequibles y fáciles de adquirir. Puedes comprar kits de prueba de drogas en farmacias, en tiendas growshop o incluso en algunos festivales y eventos. Además, invertir en un kit de prueba de drogas es una pequeña cantidad en comparación con los costos asociados con el consumo de drogas adulteradas o peligrosas.
Mito 8: Saber la calidad de la droga no es necesario si solo consumes ocasionalmente
Realidad: Incluso el consumo muy ocasional de drogas puede tener riesgos significativos para la salud, especialmente si te metes algo adulterado o que contienen alguna sustancia peligrosa. Realizar pruebas a las drogas antes de consumirlas es una forma importante de proteger tu salud y seguridad, independientemente de la frecuencia con la que las consumas. Es esencial estar informado para tomar decisiones responsables y seguras en relación con el consumo de drogas. Utilizar kits de prueba de drogas confiables, como los de Eztest, puede ayudarte a identificar sustancias peligrosas y evitar riesgos innecesarios para tu salud y bienestar. No dudes en consultar casos reales en los que Eztest hizo la diferencia para obtener más información sobre cómo las pruebas de drogas pueden salvarte la vida.
