A la hora de elegir los mejores cogollos de marihuana es importante relajarnos y saber que no es una ciencia exacta, y que la experiencia nos irá facilitando las cosas: los mejores cogollos serán los que tú prefieras en cuanto color y olor.

Esto es así, sobre todo, porque las preferencias personales son las que más hay que valorar. Aunque hay algunos aspectos generales que sí conviene tener en cuenta, sobre todo en lo que hace referencia a los aspectos negativos, como moho, decoloración o presencias indeseadas (plagas o insectos).

Tipos de cogollos de marihuana

Cogollos subdesarrollados 

Son cogollos muy pequeños, que nunca llegan a tener aspecto normal. Se les llama cogollos palomita, por su tamaño de palomita de maíz, y debemos evitarlos a toda costa.

Normalmente aparecen cuando la planta se estresa, normalmente en cultivos hacinados o porque está sometida a demasiado calor.

Cogollos de calidad baja

A veces llamados ladrillos de marihuana, son cogollos secos, con poco color, que pesan poco, presentando al tacto la sensación de falta de adherencia.

Un cogollo que huela a humedad o a moho ya sabemos que es de baja calidad, y serán cogollos de un sabor terroso o amargo, que además tendrán bajo contenido en THC.

Cogollos de calidad media

Con mejor color y olores más intensos, así son la mayoría de los cogollos de los cultivos caseros.

No serán marrones, como los de baja calidad, sino con tonos verdes claros, y serán de tanto más compacto y pegajoso, con un olor que, aunque no sea abrumador, puede ser intenso, con buenos efectos y buen contenido en THC.

Cogollos de calidad superior

Un cogollo de gran calidad estará perfectamente manicurado, con pepitas, resultará tener mucho color y una buena capa de tricomas, como escarcha.

Se trata de cogollos grandes y muy pegajosos, con un aroma muy potente y fuertes efectos psicoactivos.

Cómo reconocer un buen cogollo compacto

  • No tendrá semillas o tallos en el producto.
  • Serán cogollos verdes.
  • Los tricomas son el mejor indicador: cuantos más veas, mejor. Deben ser blanquecinos (no traslúcidos) y pegajosos, como una resina. Huye de cogollos que se rompan fácilmente.
  • El aroma debe llegar enseguida, potente y agradable. Si no, mala señal. El olor puede ser afrutado, a pino, cítrico o a gasolina, pero nunca a humedad o a paja. Un cogollo aireado, con un correcto secado, es imprescindible para disfrutar de todas sus virtudes.
  • Los buenos cogollos de cannabis deben permitir que separes las ramas fácilmente, con los dedos, sin viscosidad. Al apretarlos deben recuperar su forma.
  • Los mejores cogollos deben tener un sabor complejo, como si apreciáramos a la vez distintos sabores, y que resulte suave a la garganta, que no nos haga toser.

 

En definitiva, para elegir los mejores cogollos tendremos que guiarnos por su aspecto físico, que sean verdes y resinosos; así como por su tacto, pegajoso y compacto; y por su olor, entre otros factores. Los cogollos de baja calidad son fáciles de reconocer porque apenas pesan y su color es terroso. Siempre hay que evitar los cogollos con olor a humedad o a moho.