Para los cultivadores principiantes, hay algunas ideas básicas de partida que deben quedar claras respecto a cómo abonar la marihuana, y dar así los primeros pasos hacia una cosecha exitosa.

El abono para la marihuana viene a ser como el alimento para nuestra planta, de forma que, si recibe los nutrientes adecuados, obtendremos una mayor producción de cogollos y estos serán de mejor calidad.

Qué debes saber sobre el abono de la marihuana

Lo principal será contar con la semilla o el esqueje y su maceta, tierra apropiada, agua y luz (del sol o de lámpara).

Pero, para sacar adelante un buen cultivo, harán falta algunos aditivos, sobre todo para evitar la debilidad de tu planta y las plagas.

Debes agitar siempre los abonos antes de usarlos, teniendo en cuenta que existen tres formas de abonar: 

    • Con abonos líquidos mezclados en el agua de riego.
    • Con abonos líquidos disueltos en agua y pulverizados en las hojas.
  • Con abonos en polvo espolvoreados en la tierra o sustrato.

Tipos de abono para marihuana

Existen dos tipos de abonos fundamentales, el abono de crecimiento, y el abono de floración. A partir de ellos ya se puede ir complementando con otros productos progresivamente y cuando se vaya cogiendo experiencia.

En realidad, resulta muy fácil distinguir los fertilizantes, ya que las marcas comerciales suelen utilizar la palabra “Grow” para los de crecimiento y “Bloom” para la floración.

Para que los abonos trabajen correctamente es preciso poner especial atención al riego de la planta, por lo que es muy importante que también te informes sobre este punto.

El abono de crecimiento de marihuana se emplea a partir de una semana después de la germinación, y se continúa con él hasta el inicio de la floración.

El abono de floración de marihuana comienza a utilizarse desde el inicio de la floración (cuando salen los pelitos blancos), continuando hasta unos 10 o 15 días antes de recolectar.

Abonos según su composición

Existen abonos biológicos y abonos químicos, según procedan de productos naturales como algas o guanos, o bien de productos minerales.

Por último, existen algunos abonos llamados biominerales, formados por una base orgánica más nutrientes minerales, que suelen ser muy concentrados.

Otros aditivos

Para una cosecha de mayor calidad debemos usar, además, otros productos, siempre siguiendo las instrucciones específicas de cada fabricante. 

Entre ellos destacan los estimuladores de raíces, para la fase de crecimiento; los estimuladores de floración, que aumentan el número de cogollos, la producción de resina, el aroma y el sabor; los complementos de fósforo y potasio (PK), para conseguir cogollos grandes; y los limpiadores, que ayudan a eliminar restos de sales, productos y desperdicios.

El lavado de raíces

Unos días antes de la cosecha, los limpiadores van a drenar por la parte inferior todas las sales del sustrato y las raíces, resultando unos perfectos catalizadores.

 

En conclusión, no es difícil aprender cómo abonar la marihuana, ya que siguiendo unas pautas básicas y leyendo muy bien las instrucciones de los productos, unas primeras experiencias no tienen por qué complicarse si se utilizan buenas semillas y buenos fertilizantes.