A pesar de ser parte imprescindible en los pitillos, de favorecer o perjudicar el placer de la calada, el papel de fumar no tiene la consideración que debiera, en buena medida por la enorme cantidad de posibilidades que el mercado ofrece. Son tantas las opciones disponibles que el consumidor se ve abrumado, aceptando finalmente cualquiera que el vendedor le ofrezca.
Sin embargo, con un poco de información se conocerán los diferentes tipos de papeles que existen y cómo varía la experiencia del fumador con cada uno de ellos.
Según tamaño y sabor
En la variedad está el gusto, y aquel que disfruta de tener toda la parafernalia para el fumador que se presenta en la sección de productos 420, en la página web de la popular marca de papelillos smoking, también querrá tener diferentes tamaños y sabores para según qué momentos y circunstancias.
En relación al tamaño, se podrá elegir entre las dimensiones habituales o estándar y los especiales de 1 ¼, 1 ½, de anchura doble, tamaño King y King Slim. En cuanto al sabor, además del clásico que no ofrece ninguno, existen los que saben a menta, manzana verde, sandía, plátano, cereza, frutos del bosque… son usados por aquellos que buscan experiencias más allá del sabor del tabaco o marihuana.
Estilo, color y diseño
A parte del tamaño y del sabor es posible encontrar papeles ya encanutados, es decir, completamente cerrados para aquellos que encuentran difícil liarlos, no tienen o no quieren perder el tiempo en este cometido. Con los conos y envolturas que se venden ya preparados solo habrá que dedicar el tiempo en rellenarlos, liar la punta y fumar.
En cuanto al color, las compañías productoras de estos papeles han decidido ofertar la más amplia gama de tonalidades, para aquellos que gustan de marcar diferencias cuando fuman. El mercado provee desde aquellos blancos o marrones lisos, es decir, sin blanquear, hasta colores llamativos, como rojos o rosas, para ambientar las fiestas e incluso con grabados y diseños exclusivos.
Los diseños personalizados forman parte de la última moda en cuanto a papeles de fumar, el consumidor podrá decidir tanto el tamaño del papel como el color y el gramaje. Así mismo, también hay conos preliados con un tamaño de 61 cm o papeles de hojas doradas, entre otras posibilidades.
Los materiales
El material con el que está fabricado el papel es uno de los pilares que va a determinar una buena calada. Como recomendación general, siempre será mejor hacer uso de aquellos que no estén sometidos a tratamientos químicos agresivos, es decir, que estén sin procesar, eligiendo además aquellos que ofrecen una tasa de combustión al gusto del fumador.
No hace demasiado tiempo eran los de celulosa, es decir, lo que estaban fabricados con pulpa de madera los más populares, aunque han ido perdiendo terreno por ser excesivamente gruesos, en favor de otros más finos, como los de papel de arroz, que es esencialmente arroz procesado y prensado. Sin embargo, el mercado abre las opciones ofreciendo también papel de lino, considerados la mejor alternativa al papel de arroz, el de cáñamo, si se quiere actuar protegiendo el planeta mientras se fuma, y el papel de esparto mezclado con celulosa, poco usado y menos recomendable, ya que produce un humo denso muy cancerígeno.